CAPITULO IV - LA IMPETUOSA COMUNIÓN DE LOS RITMOS...
Casi de manera desafiante, y a pesar de anteriores esfuerzos, luego de un prolongado suspiro mutuo, te yergues sobre mi aparente frágil cuerpo, (casi deshecho) y de manera sorpresiva y calculada, comienzas a deslizarte sigilosamente entre mis texturas, sobre ellas, contra ellas... en un casi inocente roce táctil, desempolvando ansiedades, y liberando represiones o lo que queda de alguna cortinita... y en un vaivén casi perfecto de calores controlados, y de fluidos retenidos, me muestras tu mas voluptuoso y natural modo, y me abrumas totalmente, luego de manera reveladora, se iza sobre mí, toda tu suavidad... en un despliegue amplio de ternura, con caricias demasiado furtivas, con tu ya celestial y anormal abrazo fulminante, y me invade un éxtasis diferente, muy progresivo, y gradualmente intenso... un roce sublime, comienzo a diferenciar tus múltiples grises...
Entonces de modo casi mórbido, y en un violento arranque, descontroladamente empujo tu humanidad al suelo e inmediatamente (de forma casi risible), rodamos, y luego, casi de forma simétrica y automática te incorporas sentado, firme y ahí aparece orgullosamente turgente tu miembro... me reta con total descaro, a continuar la impetuosa comunión de los ritmos, así que sin dejarte respirar, acepto el sugerente desafío de cabalgarlo, de domesticarte, y así poso fugazmente sobre él, y lo introduzco de manera sutil en mi vagina, ya húmeda de tanta excitación, de tanto estremecimiento que casi duele, y procedemos, a entrar en la locura sublime del fragor de tan intimo roce... de tanta intensidad... te tengo en mis labios... llevo perenne el sabor de tu piel... me enloqueces...
Sujetas mi cintura como obligándola a detenerse o a cambiar de velocidad... ya no lo sé, más no llego a permitírtelo... y tú asombrosa e inmediatamente me muerdes el cuello, los hombros y casi cualquier parte a la que tengas acceso en esa cómoda posición... poderosamente vas marcando territorio conquistado... me excitas aún mucho más, aunque yo no necesito incentivos... sólo me concentro en tomar lo que deseo y cuando lo desee, pero en el momento menos esperado,.empiezo de nuevo a susurrar tu nombre, de forma intensa, comienzo a delatar lo que siento por ti, verbalizo lo que me haces sentir, después y al mismo tiempo voy tratando de mantener el constante movimiento, mientras tú aprisionas mis sentidos, secuestras mis emociones, en realidad comienzas a apoderarte de mi, todo tú fluyes natural y primitivo, de manera que ya sólo pretendes desahogarte, más no permito tal desenlace, y logro deslizar tu miembro fuera de mi vientre, de forma casi cronometrada... de modo perfecto...
A lo que tú respondes enérgicamente, y de modo intenso, a tenderme de nuevo en la cama y con sutil ímpetu, comienzas a poseerme de nuevo, mágicamente te tiendes sobre mí... de forma magistral, encima de mí, volcas tus sudores, volcas tus sentidos y me haces el amor, con amor, con delirio, con lujuria, con pasión irrefrenable, con sentires inconfesables, te empecinas en dejar tu huella, te siento más libre, más autentico... y mientras de manera inocente y discreta abro mis largas y esbeltas piernas, hasta formar un ángulo de mas de 100 grados, en pleno camino al clímax total, y luego comienzo a cerrarlas sobre tu erótico tronco, sobre tu trasero, donde ellas empiezan a apretarte de modo imperceptible al principio, y gradualmente con mayor fuerza, hasta que se desplazan por debajo de ti, y comienzan a estrangular formas, a exprimir fluidos, a exigir sudores, a marcar rutas... a trazar mapas... sucede la catarsis máxima, y me elevo en un multiorgasmo intenso... muy compartido y extremo...
Sólo tú puedes saber que sientes, que piensas, que quieres... ya que mi silueta en la cama te sugerirá a donde me llevaste... sin embargo tu humanidad algo satisfecha reposa a mi lado, y luego de forma idéntica comienza un concierto de caricias suaves, como de reconocimiento, lentamente me desplazo hacia abajo, y comienzo a besar, a chupar, a morder suavemente cada uno de los dedos de tus pies, tu planta toda, tus talones, tus tobillos, tus rodillas, tus piernas, tus muslos, tus testículos, tu ombligo, tu abdomen, tu pecho, tus tetillas, tus hombros, tus brazos, tus codos, tus manos, los dedos de tus manos, hasta llegar a tu indomable cuello, subir hasta tus orejas, tus mejillas, tu nariz, tus ojos, tu frente, tu venenosa boca, tu labio inferior hechicero... donde prolongo el beso de forma desafiante... hasta seguir con tu espalda, con tus glúteos, con tus muslos y piernas de lado posterior hasta morir de nuevo en tus tobillos, talones pies, dedos...
Confiesas placer y cómplicemente accedes a mi cuerpo realizando piruetas con tu lengua abrasadora, y cometiendo todas sus infamias tus delictivas manos, me enseñas a sentir cosas desconocidas e ignoradas, te adueñas de mis latitudes y reposas ya en mi...
Sólo imagina lo que percibo desde la montaña de tu pecho en la cual quiero morirme... ya dominada del más cruel éxtasis y perverso placer compartido...sólo te puedo decir esperando comprobártelo que... Te quiero...
Tu socia...
Definitivamente enloquecida...
Entonces de modo casi mórbido, y en un violento arranque, descontroladamente empujo tu humanidad al suelo e inmediatamente (de forma casi risible), rodamos, y luego, casi de forma simétrica y automática te incorporas sentado, firme y ahí aparece orgullosamente turgente tu miembro... me reta con total descaro, a continuar la impetuosa comunión de los ritmos, así que sin dejarte respirar, acepto el sugerente desafío de cabalgarlo, de domesticarte, y así poso fugazmente sobre él, y lo introduzco de manera sutil en mi vagina, ya húmeda de tanta excitación, de tanto estremecimiento que casi duele, y procedemos, a entrar en la locura sublime del fragor de tan intimo roce... de tanta intensidad... te tengo en mis labios... llevo perenne el sabor de tu piel... me enloqueces...
Sujetas mi cintura como obligándola a detenerse o a cambiar de velocidad... ya no lo sé, más no llego a permitírtelo... y tú asombrosa e inmediatamente me muerdes el cuello, los hombros y casi cualquier parte a la que tengas acceso en esa cómoda posición... poderosamente vas marcando territorio conquistado... me excitas aún mucho más, aunque yo no necesito incentivos... sólo me concentro en tomar lo que deseo y cuando lo desee, pero en el momento menos esperado,.empiezo de nuevo a susurrar tu nombre, de forma intensa, comienzo a delatar lo que siento por ti, verbalizo lo que me haces sentir, después y al mismo tiempo voy tratando de mantener el constante movimiento, mientras tú aprisionas mis sentidos, secuestras mis emociones, en realidad comienzas a apoderarte de mi, todo tú fluyes natural y primitivo, de manera que ya sólo pretendes desahogarte, más no permito tal desenlace, y logro deslizar tu miembro fuera de mi vientre, de forma casi cronometrada... de modo perfecto...
A lo que tú respondes enérgicamente, y de modo intenso, a tenderme de nuevo en la cama y con sutil ímpetu, comienzas a poseerme de nuevo, mágicamente te tiendes sobre mí... de forma magistral, encima de mí, volcas tus sudores, volcas tus sentidos y me haces el amor, con amor, con delirio, con lujuria, con pasión irrefrenable, con sentires inconfesables, te empecinas en dejar tu huella, te siento más libre, más autentico... y mientras de manera inocente y discreta abro mis largas y esbeltas piernas, hasta formar un ángulo de mas de 100 grados, en pleno camino al clímax total, y luego comienzo a cerrarlas sobre tu erótico tronco, sobre tu trasero, donde ellas empiezan a apretarte de modo imperceptible al principio, y gradualmente con mayor fuerza, hasta que se desplazan por debajo de ti, y comienzan a estrangular formas, a exprimir fluidos, a exigir sudores, a marcar rutas... a trazar mapas... sucede la catarsis máxima, y me elevo en un multiorgasmo intenso... muy compartido y extremo...
Sólo tú puedes saber que sientes, que piensas, que quieres... ya que mi silueta en la cama te sugerirá a donde me llevaste... sin embargo tu humanidad algo satisfecha reposa a mi lado, y luego de forma idéntica comienza un concierto de caricias suaves, como de reconocimiento, lentamente me desplazo hacia abajo, y comienzo a besar, a chupar, a morder suavemente cada uno de los dedos de tus pies, tu planta toda, tus talones, tus tobillos, tus rodillas, tus piernas, tus muslos, tus testículos, tu ombligo, tu abdomen, tu pecho, tus tetillas, tus hombros, tus brazos, tus codos, tus manos, los dedos de tus manos, hasta llegar a tu indomable cuello, subir hasta tus orejas, tus mejillas, tu nariz, tus ojos, tu frente, tu venenosa boca, tu labio inferior hechicero... donde prolongo el beso de forma desafiante... hasta seguir con tu espalda, con tus glúteos, con tus muslos y piernas de lado posterior hasta morir de nuevo en tus tobillos, talones pies, dedos...
Confiesas placer y cómplicemente accedes a mi cuerpo realizando piruetas con tu lengua abrasadora, y cometiendo todas sus infamias tus delictivas manos, me enseñas a sentir cosas desconocidas e ignoradas, te adueñas de mis latitudes y reposas ya en mi...
Sólo imagina lo que percibo desde la montaña de tu pecho en la cual quiero morirme... ya dominada del más cruel éxtasis y perverso placer compartido...sólo te puedo decir esperando comprobártelo que... Te quiero...
Tu socia...
Definitivamente enloquecida...
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